Distracciones, como el uso del teléfono celular, están detrás de algunos siniestros en rutas.

04-01-2014

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Según una investigación publicada por The New England Journal Of Medicine, a pesar de que los jóvenes empiezan a conducir con mucho respeto y precaución, al cabo de unos meses se confían y, a la vez que manejan el vehículo, realizan otras actividades como comer, escribir mensajes y hablar por teléfono.

“Los conductores novatos son más propensos a realizar tareas secundarias de alto riesgo, pues esto les hace sentirse más cómodos durante la conducción", asegura Charlie Klauer, principal autora del estudio, en el que también participaron expertos del Instituto Estatal Politécnico de Virginia y del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, ambos en Estados Unidos.

"Observamos cada vez mayores tasas de multitarea en los principiantes y esto nos preocupa, ya que es un evidente y claro factor de riesgo de accidentes de tráfico y choques de corta distancia”, añade la investigadora.

Según estadísticas citadas en el estudio, en Estados Unidos, el 11, 4 por ciento de las muertes en carretera y el 14 por ciento de lesiones por accidentes de tráfico se dan entre conductores jóvenes, quienes representan el 6,4 por ciento de los conductores activos en ese país.

Los investigadores aclaran que "la interacción con los móviles y otros dispositivos electrónicos tienen gran parte de culpa”.

"Este es el primer estudio que evalúa objetivamente las distracciones motoras y los riesgos entre los conductores noveles, en comparación con los experimentados", agrega Bruce Simons-Morton, del Instituto Nacional de Salud Infantil.

Durante 18 meses, el equipo dirigido por Klauer, evaluó los datos de 100 conductores de entre 18 y 72 años (grupo con una experiencia promedio de 20 años al volante). Igualmente, examinaron los hábitos y las estadísticas de accidente de 42 adolescentes que habían obtenido su permiso de conducir tres semanas antes.

Los participantes de ambos grupos manejaban vehículos equipados con sistemas de vigilancia desarrollados por el Instituto Estatal Politécnico de Virginia que, entre otros dispositivos, contaban con cuatro cámaras de vídeo y sensores que recogían datos básicos de la conducción.

Al analizar toda la información y las imágenes recolectadas, los investigadores comprobaron que muchos de los participantes, tanto principiantes como veteranos, estuvieron involucrados en múltiples accidentes de tráfico. No obstante, a diferencia de los conductores experimentados, durante los primeros seis meses de conducción, los principiantes mantuvieron el 100 por ciento de su concentración en el coche.

El grupo encontró que, a partir del séptimo mes ellos se confían y empiezan a hacer uso de dispositivos que no tienen nada que ver con el vehículo, utilizan más los teléfonos, están más pendientes de los mensajes de texto (tanto de leerlos como de escribirlos) e, incluso, comen mientras conducen.

"Cualquier tarea secundaria que aleje los ojos del conductor novato de la carretera aumenta las probabilidades de sufrir accidentes y un conductor distraído no es capaz de reconocer y responder a los peligros que se pueda encontrar en el camino, como la desaceleración brusca del vehículo de adelante, la incorporación inesperada y repentina de un coche en nuestro carril, un peatón que cruza y un objeto que hay que esquivar en la vía, entre otros", recalca Klauer.

Estudios previos han demostrado que la tasa de choques entre vehículos entre principiantes era casi cuatro veces mayor que la de los conductores experimentados, por lo que, de acuerdo con los científicos, "no debería sorprender que con las tareas secundarias aumente el riesgo de accidentes de tráfico".

“Este tipo de información nos ayuda a trabajar en la prevención de las principales causas de muerte en menores de 35 años, entre ellas, los accidentes de tráfico", concluye el estudio.

Artículo original: http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMsa1204142?query=featured_home

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