¿Qué es la tanorexia?

La tanorexia  (un término que surge al combinar las palabras tan - que en inglés significa  bronceado y orexia que viene del griego  y traduce apetito, necesidad-),  es un término adoptado por dermatólogos estadounidenses  que empezaron a tratar pacientes con graves lesiones en sus pieles causadas por la constante exposición a los rayos ultravioleta y que pesar de ello seguían bronceando su piel de forma obsesiva.

La tanorexia es una enfermedad de la que recientemente se habla y que tiene sorprendidos a los médicos y dermatólogos que la tratan. Un estudio del Centro de Cáncer Fox Chase en Estados Unidos y publicado por la revista American Journal of Health Behavior concluyó, después de entrevistar a 400 estudiantes, que el culto por la apariencia es la principal razón para obsesionarse con tener el bronceado perfecto, que muchos de los entrevistados empezaron a usar cámaras bronceadoras a los 17 años y que muchos llegan a utilizarla más de 14 veces al año.

Los mismos científicos admiten que, por efectos del bronceado, el cuerpo de los tanoréxicos  libera endorfinas (sustancias químicas cerebrales encargadas de producir placer y bienestar en los seres humanos) y por ello la experiencia de broncearse les resulta tan adictiva.

Efectos

El perfil de la tanorexia tiene características muy específicas: son generalmente mujeres (aunque también hay hombres tanoréxicos)  entre los 25 y 35 años, quienes, a pesar del frenético ejercicio de broncearse, en todo momento se ven “pálidas” y tienen sentimientos de culpa por no sentirse tan bronceadas como ellas quisieran al punto de llegar a tener tonos de piel naranja y rojos muy  peligrosos para la salud.  

La tanorexia puede estar asociada a enfermedades psiquiátricas mayores como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, la dismorfia corporal y el síndrome de abstinencia (el mismo que pueden presentar las personas drogadictas y alcohólicas).  Debe, por consiguiente, tratarse y curarse a través de psicoterapia con un especialista.

Las consecuencias físicas que puede traer este trastorno son también fatales para el que la padece. El principal, y más grave, es el cáncer de piel, que al año produce 50.000 muertes en el mundo. También puede presentarse efectos adversos como: envejecimiento prematuro, manchas, arrugas, crecimiento de lunares, líneas de expresión muy marcadas,  deshidratación de la piel, entre otros.

El sol es necesario en nuestras vidas: nos proporciona importantes nutrientes como la vitamina D y mejora nuestro estado de ánimo. Broncearse en la playa también es un placer que muchos nos damos de vez en cuando en nuestras vacaciones. Pero todo con equilibrio: los rayos solares pueden hacernos mucho mal, y más cuando nos volvemos adictos a cambiar constantemente nuestro color de piel. Si crees que presentas esta peligrosa enfermedad, tanto para tu mente como para tu cuerpo, consulta a tu médico.

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